Friday, December 09, 2005

Enloquecido.... en lo que he sido


Bueno, al parecer, me tuve que bajar del carro de la victoria y sumirme acá un tiempo. Dicen que por estos días el tiempo es oro, pero prefiero ser menos rica y poder realizar este ejercicio a mis emociones que tan buenos resultados tiene.
El otro día, estuve con ciertas personas muy importante, ya citadas muchas veces acá, recordando, de ahí el título. Estabamos en un bar, de mala muerte dirían algunos, pero de buena para nosotros. Gustavo, Javier, Pollo, Vicky y quien escribe. Recordando que? El día en que cada uno de nosotros entró en nuestro horizonte viviencial, y fue un ejercicio muy amable para mi corazón. Por estos tiempos recordar se torna necesario, cuando ya todo se nos va, y en vez de preguntarnos ¿donde seguimos el carrete? nos preguntábamos donde iba a estar cada uno de nosotros el próximo año. Y me dio pena pensar que ese trío de pasteles ya no serán uno solo, que ya no tendré llaves de esa casa, pero lo que era aún más cierto era que mi amigo, confidente, cuidador, medio padre a veces, mi pollo, ese sí que se va, y pude sentir por primera vez que era real, y que por meramente condiciones temporo espaciales, ya no nos veremos, más que un par de veces al año. Y ni he pensado en donde estaré yo... . Lo bueno es que se va para ser feliz, por eso en parte la despedida es alegre, pero despedida al fin. Creo que este fin de año voy a llorar más de la cuenta. Espero que mi amigo trastorno del ánimo no haga su aparición triunfal como suele hacerlo con los cambios en mi vida.
¿Cuando fue la primera vez que te vi? Esa era la pregunta.
Lo triste de esto, es que no recuerdo algunos primeros encuentros, por estar sumida en el mundo de las benzodiacepinas, y quise llorar, pero me retuve. No estoy para emociones fuertes, y ya lloré de sobra por cuando mi mente reposó de mí hace unos años atrás.
Y recordando recordando primeros encuentros, en silencio recordé uno, y que me disculpen los que ya presagian lo que diré...pero es justo y necesario, no desvaliden mis recuerdos que es lo que me queda de esa persona.
¿Cuando fue la primera vez que te vi? ... En la escuela de Viña, a través de la reja llena de plantas, te vi con las manos en los bolsillos de una chaqueta de principito, con pantalones listados azules y zapatillas como las mías, azules también, bueno, y con un pelo que no comprendía mucho que rol jugaba en todo esto. Tenía 18 años y su inocencia.
¿Cuando fue la última vez que te vi? .... Hace no se cuantos días, o meses ya, podría decir que con los mismos pantalones azules, con zapatillas del mismo modelo, con un pelo normal y una mirada que desconocí. Ahora tengo 23, y un chaleco antibalas.
Entre la primera y última vez, pasaron mil cosas, y mil canciones, y mil veces me pregunto como te veré la próxima vez. Pero lo que si es cierto, es que me pongo el chaleco.

3 comments:

soy said...

Me dio mucha pena leer lo que escribiste, por varias cosas. Una es obviamente la incertidumbre, que yo a un año de titularme y con pega aun la tengo demasiado presente en mi corázón, un poco porque ustedes mis queridos amigos también están en procesos de cambio y eso influye indirectamente en mi (además de todo lo que ya he vivido este extraño año, y por otro, esos recuerdos de cuando tu mente reposo de ti me traen recuerdos díficiles y complejos, así como también pensar en la inocente niña que yo también conocí pero a sus 17 años, con una inocencia divina, un humor psicótico, una sensibilidad tremenda, y un amor por la música increíble...sí amiga, has cambiado mucho...hemos cambiado mucho. Ambas perdimos parte de la inocencia para transformarla en un escudo, pero eso nos hizo más fuertes y valientes para enfrentar todas las cosas que el futuro depara, y no dudes que estaremos listas.

te kero estupida, mucho mucho

Vida digital + Juego digital said...

mi pela de cable fue en pensar y recordar como era yo cuando entre. Y ustedes se suelen reir de eso. me guevean, me dicen que era pesado, pintamonos, etc...

y es cierto
de alguna maner, y humildamente lo digo, parece que crecí, por que si ubiese seguido así ni cagando tengo los amigos que ahora me gasto.
gracias por destacar los porrazos pa acordarme donde fue que em caí

MARIO BRUNA said...

pero la vida continua a pesar de todo... y si algo he aprendido en este tiempo es que las personas no desaparecen, sólo cambian. uno puede aparecer como un recuerdo, una imagen, un párrafo en internet o la voz detrás del teléfono. las personas que quieres se quedan como un tatuaje pegado en la piel y por más que intentes... borrarlas es inutil. terminar los ciclos es eso... transformar a la gente que quieres... y seguir queriendo