Mr. Jones o pequeña semblanza de una familia tipo americana

Hoy fui a un cumpleaños. E inmediatamente se me vino a la mente los cumpleaños de mis primos cuando éramos pequeños, y tomábamos coca cola en botella de vidrio chica, que era lo más top en ese momento. Pero este cumpleaños era diferente, era del Kamilo, el hijo más grande, bueno, seis años, de mi prima Paula. Fue un poco nostálgico, ahora somos nosotros los que organizamos cumpleaños. Podría decir que de los primos mayores yo soy de las pocas que aun no tienen hijos. Bueno, el caso es que mi familia está loca. Y pa colmo, siempre hay un hueon nuevo, digamos pololo, que se transforma en la víctima de la fiesta, porque los ahumada son aclanados, ACLANADÍSIMOS, y lo que le hacen a uno se lo devuleven todos. De hecho, hay algunos que aún andar arrancando de Hugo, mi primo de 100 kilos de músculos. Así que el pololo de la Miriam esta vez sufrió el martirio de caer en la manos de los Ahumada. Les narraré lo que debe pasar un pololo para pasar a estar escrito con lápiz pasta en el libro de la familia y no quedarse en el grafito. Primero, la peor de todas MI MAMÁ. Mi mamá hace que todos coman mermelada de tomate, y pobre de aquel que diga que no. Uno una vez lo hizo .... . Después le pregunta si vota, porque si el hueon no vota cagó, y no vayan a decirle tía a la primera, porque dice ¿y cuando se casaron?, para finalizar, debe posicionarse políticamente y tener un argumento sólido, soportar su ironía, la cual yo heredé a mucha honra. Luego, deben conocer a la manga de primos y caerle bien a todos: El Hugo, que con un apretón de mano te desarma, tipo Aureliano hijo, La Kathy, que es media bruja y ve las intenciones de las personas según ella, aunque siempre le achunta; la Tamara, que es futura paca, imagínense; Bueno, esos los más cercanos. Luego, MI PAPÁ , huuuuu, que siempre todos se asustan por lo serio, pero en realidad es poco comunicativo no más, nadie le cae mal, pero logra asustar a todo el mundo. Y de ahí lo sobrinos, y pobre del gil que encuentre pesado a algún pendejo de la familia, porque ahí cagó con todo. Bueno, y así debe ir pasando etapas, tipo Juego de la oca, aunque hay algunos que se quedan en el camino, hay otros que merecen ser nombrados acá: Raúl, pololo de la Paula, que alegremente aceptó a la Paula y sus tres hijos, y Andrea, esposa del Hugo. Pobrecita, víctima de mi primo, terminó cantando a los chancho en piedra con Juanito debajo del brazo, junto a su hija, que también es medio loca. Mi familia sigue con tíos psicóticos, uno que arma equipos de fútbol todo el día, otro que cuenta sus aventuras de marino, otro que come apio todo el día, otra tía que no para de hablar...etc. Pero al final de cuentas, algunos que no han pasado a estar escritos con lápiz pasta, me han dicho llorando, que extrañan a mi familia, sobre todo a mi mamá, que es un pilar, y todos mis primos vienen primero acá a presentar a sus pololos. Bueno, por el amor, brindo por la familia, y pronto tendremos un asado de primos, ahí les contaré quien será la nueva víctima. En la foto, mi madre, mi padre, mi prima Kathy, yo y la coca, que tiene self, y también tiene que ser aceptada por los novios.